Tesis
sobre la pesca turística de la lobina boquigrande en la Universidad de La
Habana
Con la presentación del trabajo de diploma “La pesca deportiva de la trucha
como producto turístico cubano”, concluyó el viernes 27 de junio de 2014 sus ejercicios académicos el estudiante Luis Roberto Bécquer Balmaseda, quien obtuvo
mediante su tesis el título de Licenciado por la Facultad de Turismo de la
Universidad de La Habana.
El jurado evaluador estuvo integrado por los docentes
Geisy Diez, Rosendo Escobar y Elsa Lassera; fungió como oponente el experto en
turismo de naturaleza Eros Salinas y, como tutor, el escritor de pesca
recreativa Ismael León. Tras la presentación y debate, fue otorgado al
estudiante la máxima calificación.
Llamada trucha en la tradición del aficionado cubano a la
pesca, la lobina negra boquigrande (Micropterus salmoides) fue introducida en
1927 desde los Estados Unidos de Norteamérica y se convirtió en pocos años en
un atractivo para la pesca recreativa local y un producto turístico que tuvo su
mayor auge en la década de los ochenta del pasado siglo.
Cubanos y norteamericanos formaron equipos conjuntos para
competir, el 20 y 21 de enero de 1978, en el primer certamen internacional
organizado por la Isla para la pesca de esta especie, cuya denominación en
inglés es black bass Largemouth. Por casi dos décadas, después del triunfo de
la revolución cubana en 1959, en los Estados Unidos se había mantenido la
leyenda de la gran picada del centrárquido en la Laguna del Tesoro, sede del
certamen.
Renombrados cotos de la pesca del bass fueron en su
momento, además, la Laguna La Redonda, el embalse Leonero, Hanabanilla, Zaza y Cuyagüateje,
entre otros. La prioridad de operaciones acuícolas en los mismos enclaves
destinados al turismo y la introducción de la depredadora Claria gariepinus
determinaron, entre otras carencias de manejo y protección de la especie, una
marcada declinación de las poblaciones de la trucha criolla y de su explotación
turística, expuso Bécquer en su tesis de diploma.
En la actualidad la pesca de la trucha es ofrecida como
producto turístico en Leonero, Zaza y de manera incipiente en Cuyagüateje,
mientras se ha conocido que el Centro de Investigaciones de Ecosistemas
Costeros (CIEC) de Cayo Coco, en la provincia de Ciego de Ávila, lleva a cabo
estudios para la evaluación de las condiciones de la Laguna La Redonda con
vistas a la recuperación de las poblaciones del carismático pez.
La presentación de esta tesis constituye una oportuna
llamada de atención respecto a las oportunidades de la pesca deportivo
recreativa en el archipiélago, justo en una etapa en la que lineamientos de la
dirección política del país apuntan hacia la apertura de nuevas opciones para
la diversificación del producto turístico cubano.
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