COMO DOMINAR AL PEZ CON
VARA Y CARRETE
Roland Cañas Alcober
Rascacio, Año II (Serie Nacional), Número 4,
enero-marzo 1992.
Probablemente usted nunca tenga que
trabajar un sábalo de 100 libras con
spinning y nailon de 12 libras de resistencia, pero tal vez se le
presente esta oportunidad cuando menos lo espere. Pero en cualquiera y en todos los casos, la
total utilización del potencial de poder de su equipo (vara y carrete), no sólo
incrementará enormemente su eficiencia como pescador en cualquier tipo de
pesca.
El conjunto de fuerzas de un avío de
pesca combina dos elementos principales:
un buen freno en el carrete y un adecuado trabajo con la vara. Por supuesto, su vara es el arma que
realmente administra la presión necesaria para detener un pez de largas
arrancadas o cansar a un peleador de aguas profundas.
Teóricamente el freno del carrete sirve
como un seguro para prevenir la rotura de la línea más que para fuerza de
castigo contra la cual el pez tenga que luchar.
Desafortunadamente muchos pescadores confían casi toda la carga del
combate contra el pez en el freno, regulándolo tan apretado que el sedal
prácticamente no sólo de la bobina.
Esta práctica no deja margen para
ningún error si es casi seguro que se produzca la rotura de la línea, por
factores tan sencillos como presión del agua, estiramiento, disminución del
diámetro de la bobina o una salida fusilada de un pez que creíamos ya cansado.
No hace falta entrar en tecnicismos
para calcular matemáticamente el incremento de presión en un sedal cuando se
trabaja un pez. Recordemos sólo que
aumenta geométricamente a medida que más sedal sale de la bobina. Esto significa que, mientras más lejos
“fusila” el pez más debemos aflojar el freno para prevenir un sedal partido.
Algunos pescadores de mucha experiencia
clavan el pez con todo el freno posible y aflojan este si la fusilada se alarga
demasiado para luego apretarlo de nuevo cuando cobran suficiente sedal.
Nosotros recomendamos como más práctico
empezar con el freno suave, lo necesario para elevar con facilidad –no más de
la mitad de la resistencia del seda- y no tocarlo en ningún momento, pues no es
fácil en la emoción de trabajar una pieza grande (para el calibre del sedal
usado) regular un freno correctamente.
Puede un freno tan ligero digamos, con
sedal de 6 libras dar castigo a un pez de gran tamaño. Por supuesto que puede; pero sólo en
combinación con el arma principal, la vara.
Los novatos generalmente consideran la
vara como algo para lanzar las carnadas y olvidan su importancia cuando anzuelan
un pez. O como máximo usan sólo una
fracción del poder constituido en ella.
El error más común es el trabajar con la vara muy baja, algunas veces
casi apuntando al pez que se aleja. En
esa posición, un freno ligero no ofrece ninguna resistencia a un posible
récord.
El máximo de presión se aplica a un pez
cuando la vara se mantiene en un ángulo de 45 grados. Con la vara en esta posición de poder, mucha
de la fuerza del pez es absorbida por la acción de la vara; solamente una presión
“residual” llega al carrete, donde es controlada por el freno.
Esto es fácilmente demostrable. Coja un carrete de spinning con sedal de ocho
libras de resistencia, regule el freno a 4 lbs, con una pesita de muelle. Saque de un tirón sedal del carrete y lo hará
fácilmente, casi sin esfuerzo. Tome
ahora su vara, pase el sedal por las guías, saque sedal de seis a 10 veces el
largo de su vara, entregue la vara a otra persona que la sostenga en posición
de trabajo y trate de sacar sedal del carrete y verá la diferencia en el esfuerzo
para lograr sacar a través de la curva de la vara.
Este es el poder de la vara contra el
que tiene que hacer luchar el pez, no son simplemente las 4 lbs del freno,
obviamente es mucho mayor. La intensidad
de la acción depende del tipo de vara, pero con cualquiera es varias veces
superior al carrete solo.
Esta es entonces la clave alrededor de
la cual todo gira cuando uno lucha con un “gigante” con avíos ligeros, mantener
la vara en su máximo ángulo de fuerza.
En peces de tamaño mediano el poder de
la vara se aplica y mantiene sin mucho problema, pues la polea es corta.
Es otro el problema cuando usted se
enfrenta con un gran pez de larga resistencia, por ejemplo, con un coronado de
70 lbs.
Ni siquiera el más fuerte y musculoso
de los pescadores puede sostener una vara en posición de fuerza por largo rato
con una sola mano. A medida que la
muñeca se cansa es imprescindible, no seder a la fuerza del pez y bajar la
vara. Si esto sucede el pez nos domina y
terminará por vaciar la bobina y reventar el sedal o la pelea durará horas,
perdiendo un precioso tiempo de pesca y haciéndoselo perder a sus compañeros.
Con una vara de trolling apoyada
firmemente en el tintero y por el apoya la mano delanteros (arriba del carrete)
haz el máximo de fuerza hacia atrás. Con
la spinning apoya el cabo que debe ser del largo de su antebrazo a lo largo de
este y descansa la muñeca. Nunca debes
aplicar la fuerza de la vara y menos cuando creas tener la pelea ganada y estés
cobrando el pez. Inclusive en esta etapa
la vara y no el carrete tiene que hacer el mayor trabajo.
En resumen, diremos que para pescar
exitosamente con avíos ligeros debemos seguir estos principios:
1.
Use un freno ligero, no más
de la mitad de la resistencia de la línea.
2.
Deje que la vara cargue el
peso del trabajo.
3.
Sostenga la vara
manteniéndola en la posición de fuerza total.
4.
Nunca trate de cobrar un pez
con el carrete. Aprenda a bombear con un
ritmo adecuado y cobre el pez con la vara y recoja en el carrete sólo el sedal
que la vara cobre.
5.
No tiene sentido manipular la
manigueta de su carrete cuando un pez “fusila”.
Este sistema no lo aleja a usted de una
batalla deportiva, sino que realmente debe producirle más placer el saber
cobrar su presa en el menor tiempo posible con la ayuda de su equipo. La otra alternativa a esta técnica al
anzuelar un gran pez, es presionarle lo mínimo posible y ver si al cabo de
interminables horas se cansa solo, se aburre a nos pasa carga y logramos
embicharlo; pero consideramos que esto no es deporte.
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