LA PESCA DE LA RABIRRUBIA
AL VUELO
El Rascacio, Año III, Números 10-11, mayo-julio 1982.
Jorge
Gutiérrez, Pipo
Entre
las pescas deportivas que se practican en nuestra plataforma, una de las más
codiciadas es la de la rabirrubia, pez muy batallador y que abunda en mayor o
menor proporción en nuestros veriles, casi siempre en cardúmenes o manchas. Su
captura es más probable en horas de la noche, aunque también es factible en el
día.
Habita
en los cabezos interiores y en los veriles próximos a las costas y se les puede
capturar desde dos hasta 25 brazas de agua. Prefiere fondos de ramajiales,
aunque también se le ve en fondos de manchones y cabezos. Su peso varía desde
un cuarto de lb hasta 12-14 lb., aunque es probable que se hayan capturado
ejemplares mayores.
La
rabirrubia casi siempre presenta su corrida en el mes de abril, siendo el
cuarto menguante la mejor fase de luna para su captura, aunque se puede
realizar en otras fases, incluso en luna llena.
Para
la pesca nocturna se pueden emplear avíos ligeros desde 20 hasta 50 lbs de
resistencia, de acuerdo con el tamaño de los ejemplares y las corrientes
marinas que afecten, con anzuelos de 3/0 a 5/0.
Carnadas
naturales. Se recomiendan en especial sardina, machuelo, catacucho, chicharro,
lisa, bocón, etc. Se emplea engó, moliendo pescado y uniéndolo con sal. El engó
es un valioso elemento para este pez; también podemos utilizar el billisco, que
se obtiene picando en pequeñas porciones los machuelos o sardinas y si vamos a
utilizar como carnadas bandas o destollos, emplearemos el espinazo y las
cabezas de machuelos, macarelas, chicharros, lisa, etc., para hacer el
billisco. También puede usarse engó de manjúa, con sal, que es magnífico.
Para
la pesca nocturna en aguas próximas a la costa , el pescador debe embarcarse
con naylons, cazuelas, veto para fondeo, luz, cuchillos, piedra de afilar,
engóo, carnada, etc.
Las
horas más apropiadas, desde el crepúsculo hasta el amanecer. Al llegar al sitio
elegido, se medirá la profundidad con un escandallo que es una línea de 60 lb
con un plomo de media lb en el extremo. La profundidad correcta para fondearse
en la pesca de la rabirrubia estará acorde a:
Corrientes
marinas y fase de la luna. Si luna está CM o LN, es decir, que se está
produciendo el oscuro, se puede fondear de 10-16 brazas. Una vez fondeados,
echar al agua algunas carnadas sueltas y observar hacia donde parten. Con esto
se comprueba la dirección e intensidad de la corriente, que no debe ser muy
dura, pues se alejaría mucho el avío y también el engó. Si se usara como
carnada una sardina pequeña, cortarle la cola para que no de vueltas. Se puede
anudar el anzuelo directo al nailon o puede colocarse una presilla al extremo y
colocarle alambrada al anzuelo. Listo el avío, se lanzan puñados de engodo
sobre la borda en dirección a la corriente, tratando de esparcirlo lo más
ampliamente posible. Al lanzar la línea, se le acompaña asimismo de una porción
de engodo o billisco.
Al
poner la carnada en el agua debemos liberar 6 a 6 brazas de sedal esperando que
por efecto de la corriente se nos ateze el avío (sentir la línea tensa y desde
ese momento procedemos a arriar hacia atrás pequeños espacios de nailon,
procurando no retenerle demasiado para que la fuerza de la corriente no lo
levante y saque de la zona de engóo.
El engodo
se esparcirá casi continuamente en pequeñas porciones. Se necesita práctica
para lograrlo, pero es importante arriar línea y mantenerla siempre en la zona
de engodo, de modo que se pueda pegar (coger) la rabirrubia.
Cuando
sintamos la picada de la rabirrubia, que se caracteriza por una tirada o picada
muy rápida, sentiremos un halón fuerte y una corrida violenta, procediendo
entonces a trabajarla, o sea halarla, estableciendo una marca de la distancia a
la cual hemos sentido la picada haciendo en el nailon un pequeño nudo o vuelta
que salga con facilidad, entre los dedos de los pies. Esta marca servirá para
saber hasta donde se debe arriar la línea en los lances sucesivos, acortando el
tiempo entre una y otra picada (“entre aviazo y aviazo”). De ahí la importancia
de demorar un tanto la primera presa y establecer correctamente la distancia de
la picada.
Explicaremos
cuando es mejor usar engó y cuando el billisco. Cuando la corriente es muy
viva, el engó, por estar molido se esparce a mayor distancia y rapidez, por lo
que tendremos que arriar línea a mayor distancia, siendo mayor el tiempo que
necesitaremos para cada captura.
Al
emplear billisco, por ser picado en trocitos y tener mayor peso que el engóo no
se desplazará tan lejos, pudioendo establecerse
menor distancia, ya que en este caso la mancha o cardumen de rabirrubia
tendrá que acercarse al lugar donde se encuentra su alimento, disminuyendo así
la distancia entre el pez y el pescador.
El
billisco debe arrojarse a la mayor distancia posible por detrás de la popa de
la embarcación y paulatinamente acercarlo hasta llegar a tirarlo casi por la
proa. Igualmente debemos considerar la cantidad tanto de engóo como de billisco
que estemos empleando, ya que si es muy poco se diluye rápidamente en el agua y
no llega a la mancha, y si es demasiado se corre el riesgo de que los peces se
llenen con este cebo y pierdan interés en morder la carnada.
Para
determinar si se está engoando correctamente se hará la siguiente prueba: al
hacer una captura, presionamos con los dedos sobre el estómago del pez para que
nos devuelva el contenido. Si contiene gran cantidad de bilisco o engóo,
sabremos que estamos echando demasiado; si por el contrario notamos que es una
pequeña cantidad, sabremos que estamos echando la cantidad requerida. También
por este medio comprobaremos cómo se está comportando la relación entre el avío
y el engóo o billisco. Si existe esta relación, comprobaremos que el avío está
trabajando correctamente; si al hacer la prueba se observa que no hay engóo o
billisco en el estómago de los peces, significa que algo no está funcionando
como es debido.
Entre
otras prácticas de las distintas técnicas sugerimos las siguientes:
1.- Si durante la picada de la rabirrubia no
logramos acercar la mancha a la embarcación con el billisco, probaremos a
disminuir la iluminación a bordo y así lograremos que los peces se acerquen
más.
2.- Si pescamos con oscuro y nos sale la
luna (cuarto creciente) y notamos que el pez deja de picar, debemos coger más
agua, o sea, movernos rápidamente de donde estemos y buscar a más brazas de
agua, siendo a la inversa si pescamos con luna y esta se nos pone.
3.- Si pescamos con corriente debemos usar
nailon más grueso, ya que al tener más diámetro la corriente lo hará caminar
más.
1 comentario:
una explicación perfecta ,muchas gracias
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